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Ciencia y Tecnología: el riesgo del abandono Jorge Labarreda González. Algo que todo mundo sabe es que no hay mejor medicina para combatir las enfermedades que la prevención. De manera lógica se deduce: la fortaleza de una sociedad depende en gran parte de las medidas que tome para hacer frente a la contingencia, entendida esta, como todo aquello que se encuentra latente, con la posibilidad de que ocurra o no, dándole el carácter de contingente, la incertidumbre. Cuando se trata de lucir y no hay nada que mostrar, no es un impedimento para los políticos y funcionarios mexicanos; nos han enseñado que pueden convertir sus miserias en virtudes: tal es la declaración que realiza Ángel Gurría en su calidad de Secretario General de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) en un encuentro realizado el 22 de mayo de 2009, patrocinado por el Foro de la Nueva Economía donde dice "la transparencia y coraje mostrados por México (entiéndase por esto a Felipe Calderón) al exponer al mundo la epidemia de gripe AH1N1 han evitado muchas muertes… que a los mexicanos habría que reconocerles y agradecerles eso". 1 Dicha declaración, no es más que un eco de lo dicho algunos días antes por Felipe Calderón en una ceremonia que se realizo en conmemoración de la Batalla del 5 de Mayo en la Ciudad de Puebla: "En México hemos defendido a toda la humanidad". (El Universal, martes 5 de mayo de 2009). Pero más allá de la grandilocuencia y de la retórica que emplea el presidente y sus funcionarios o ex-funcionarios, habría que preguntarnos: ¿en el combate a la influenza AH1N1, además de anunciar que en México algunas personas se estaban enfermando por dicho virus, de qué otra cosa jactarse? Es irónica la desfachatez con la que se conducen los "dirigentes" del país. El brote de influenza además de desgarrar la vida de los mexicanos, también deja ver la mentira que sustenta a por lo menos cuatro de los últimos presidentes del país; bajo el pretexto de adelgazar el Estado, de reducir el gasto público para elevar la calidad de vida de los mexicanos, se desmantelaron servicios fundamentales para la seguridad de los habitantes Durante décadas el país tuvo un liderazgo en vacunas, mismas que se producían en los Institutos nacionales de Higiene y de Virología, creados en 1956 y 1960, respectivamente. Aunque producían 90% de las vacunas requeridas, a partir de 1977 los fusionaron con otras dependencias del sector salud y en 1999 quedaron reducidos a dos áreas de una paraestatal creada por el gobierno de Ernesto Zedillo llamada Laboratorios de Biológicos y Reactivos de México, SA de CV (Birmex). De acuerdo con su página de internet, produce sólo dos de las 12 vacunas que incluye el esquema básico de vacunación (El Universal, jueves 30 de abril). Felipe Calderón con sus declaraciones, no hace más que abonar el terreno para el escarnio internacional de los mexicanos. No obstante, ¿cómo culpar únicamente a los gobiernos federales por su renuncia desde hace 30 años a invertir en la creación de productos biológicos al desmantelar los únicos Institutos especializados que servían de garantes en materia de salud de la sociedad mexicana? Culpables somos todos, por no saber, por omitir o por la complicidad cínica que ha hecho de las Instituciones públicas de este país, no un baluarte para el bienestar de los mexicanos, sino una pasarela para la proyección, promoción o consolidación de fortunas o de políticos. En principio algo que debemos decir, aunque parezca sabido por todos, es que la renuncia al desarrollo de ciencia y tecnología en el país, no es una decisión que parta de la sociedad mexicana, sino es una decisión arbitraria de unos cuantos, so pretexto de ser los representantes de la sociedad, elegidos "democráticamente" por medio del voto. 2 Las medidas planteadas por el Consenso de Washington, debemos entenderlas como coartadas (establecer criterios difusos que permitan al Estado establecer una política pública discrecional) para entregar los bienes y servicios estratégicos del país a las grandes trasnacionales, dichas medidas son: a) disciplina presupuestaria; b) cambios en las prioridades del gasto público (de áreas menos productivas a sanidad, educación e infraestructuras; c) reforma fiscal encaminada a buscar bases amplias y tipos marginales moderados; d)- liberalización financiera, especialmente de los tipos de interés; e)- búsqueda y mantenimiento de tipos de cambio competitivos; f)- liberalización comercial; g)- apertura a la entrada de inversiones extranjeras directas; h)-privatizaciones; desregulaciones; Ahora sabemos que la poca inversión en ciencia y tecnología, forma parte de una estrategia para dejar a la sociedad mexicana inerme a los vaivenes del mercado, por cierto, dicho sea de paso, la lógica del mercado (y las imperfecciones del mismo) no únicamente depende de la oferta y la demanda (como se nos ha hecho creer), sino también de factores políticos y naturales.3 La tendencia a la privatización de los bienes sociales de la nación, a través de un sin número de estrategias, múltiples, tantas como las que pueda imaginar el ladrón para lograr su cometido, aunque algunas veces se ve frustrado cuando lo sorprenden en el Los eufemismos que emplea Alejandro Alagón Cano, cuando recuerda, que el Instituto nacional de Higiene "hacía vacunas de muy buena calidad, pero desde Carlos Salinas se le empezó a matar y se perdieron capacidades técnicas que teníamos como país" 4, conducen al error y mantienen una forma inadecuada de ver y pensar la política del país. No se mató, ni se perdieron capacidades, lo que hizo Salinas, fue generar condiciones para la subasta del país y de los mexicanos. El recuerdo no ocurre sin motivo, siempre está relacionado con algo. La epidemia de influenza AH1N1 pone de manifiesto la vulnerabilidad en que nos han dejado más de tres décadas de gobiernos ajenos a los intereses de la nación. Ahora sabemos que México "no posee la infraestructura para desarrollar y, virtualmente, producir la vacuna contra el virus de influenza porcina. Lo anterior, a pesar de que desde 1999 la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha alertado con insistencia a las naciones a prepararse para una epidemia: una de sus recomendaciones fue crear laboratorios para desarrollar tratamientos de inmunización, con el objetivo vital de garantizar la disponibilidad de vacunas".5 La respuesta del gobierno federal, fue tardía, fuera de tiempo e inadecuada. Como dijimos anteriormente, algo que caracteriza a las contingencias es la incertidumbre, la actitud del mandatario lo que hace es agudizar la percepción de que estamos en una 3 Naomi Klein, en un texto titulado La doctrina de Shock, por Paidós en 2007 nos muestra la sofisticación que ha alcanzado el sistema económico capitalista para asirse de la propiedad comunitaria. Estrategias que trascienden con mucho la idea romántica del capitalismo basado en un oferente para mostrarnos mil formas posibles de rapiña despiadada en el despojo de las propiedades tangibles e intangibles de las comunidades. 4 http://www.el-universal.com.mx/nacion/167693.html situación de indefensión. Situación que se comprobamos con el comentario que realiza el director general de los laboratorios Biológicos y Reactivos de México (Birmex) (la paraestatal creada por Ernesto Zedillo), Samuel Ponce de León Rosales, afirma: "en el mejor de los escenarios la vacuna contra la influenza se obtendrá hasta dentro de seis u ocho meses… ya está en pláticas con distintas compañías farmacéuticas para negociar con ellas cuando encuentren la vacuna".6 A esto quedó reducida la capacidad de respuesta que tenían los Institutos nacionales de Higiene y de Virología, a un compás de espera para que empresas trasnacionales encuentren la vacuna para comprársela. Al desmantelar la ciencia y tecnología del país, se arrebató de las manos de los mexicanos la autosuficiencia en salud, para subastarla en los grandes escaparates de las trasnacionales. Por su parte el Instituto de Biotecnología (IBt) de la UNAM en voz de su director Carlos Arias Ortiz, se declaró listo para apoyar, con tres grupos de científicos, ante la emergencia sanitaria que vive el país, aseguró que la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), en sus laboratorios, puede producir el medicamento Tamiflu contra la influenza, si se obtienen las licencias necesarias de las farmacéuticas propietarias de las Qué actitud mostrar ante la espera de Carlos Arias Ortiz. Tal vez debamos ser optimistas y esperar también a que la empresa trasnacional Roche Holding AG que subió en 3.51 por ciento sus ganancias el 27 de abril, unos días después de la alerta sanitaria, decida renunciar a las cuantiosas ganancias que la contingencia mundial le presenta, otorgando permisos a Institutos y Universidades de diferentes naciones para fabricar fosfato de oseltamivir con el nombre comercial de Tamiflu. La trasnacional suiza La Roche Holding AG y la estadounidense Gilead son las dos grandes empresas en el mundo que detentan el monopolio en la producción del Tamiflu, lo que las coloca en una posición envidiable en el mundo de los negocios. La patente para producir dicho medicamento, fue desarrollada por Gilead Sciencies Inc - empresa de la que es accionista el ex secretario de defensa de Estados Unidos, Donald Rumsfeld (anexo 1)- y que firmó contratos con la subsidiaria estadunidense F. Hoffman-La Roche Ltd. para fabricar y distribuir el producto hasta 2016. (Milenio Diario, 28 de abril de Aunque pueda parecer aterrador, la salud de la población mundial también se mide a partir de los índices bursátiles. Tal es la guerra que se está librando en el mundo por el control de la producción y distribución de los antivirales. Las dos grandes empresas que detentan los derechos de propiedad (entiéndase como se quiera), no están dispuestas a permitir que alguien más entre en el negocio que tantos miles de millones de dólares les ha proporcionado. Algo que se torna revelador, es la incursión del gigante farmacéutico indio Cipla que se prepara para exportar a varios países "cantidades significativas" de su versión genérica una versión del Tamiflu. El director ejecutivo de la compañía Amar Lulla, declaró para el periódico el País: "Hemos recibido algunos pedidos de México y se han interesado también Israel y otros países de América Latina y África" (El País, 18 de mayo, 2009). La reducción de inversión en ciencia y tecnología del país, se reduce a esto: la entrega de sectores estratégicos para la seguridad nacional a la voracidad del mercado; entiéndase por esto no el libre flujo de mercancías guiadas por la oferta y demanda, sino al contrario, instaurar al Estado como garante jurídico de la escasez y privatización de un servicio, que en otro tiempo fue considerado un bien estratégico para la seguridad Tal es el comentario que realiza el Dr. Carlos Arias Ortiz, no es que no exista el conocimiento, ni la tecnología suficiente para producir el Tamiflu en México, sino que hay que contar con el permiso de las empresas que tiene el monopolio de producción de dicha sustancia, o esperar, como dice Samuel Ponce de León Rosales, a que compañías farmacéuticas encuentren la vacuna para poder comprarla. El Universal, jueves 30 de abril [Recuperado de la versión electrónica: http://www.el- El Universal, martes 5 de mayo de 2009 [Recuperado de la versión electrónica: Klein, Naomi. La doctrina del Shock, edit. Paidós, 2007. Meiksins Wood, Ellen. El Imperio del Capital, edit. El viejo topo, 2003.

Source: http://www.peu.buap.mx/web/fes/03%20FES%20Ano%201%20No%203/09%20Ciencia_y_Tecnologia.pdf